La nueva peli del director Edgar Wright, maravillosamente protagonizada por las bellas y talentosas Thomasin McKenzie y Anya Taylor‑Joy, es sin dudas una de las sorpresas de este año.
Un thriller dramático con tintes sobrenaturales que atrapa desde el minuto uno y, a pesar de que empieza con un tono bastante alegre, a medida que va desarrollando su historia empieza a virar hacia aguas mas turbias y profundas llenas de aquellos monstruos que describían los marinos de siglos anteriores, pero representados esta vez por vestigios del pasado turbulento de Sandy, el personaje que interpreta Anya.
Eloise es una joven amante de la moda y fan de la década del 60, que tras mudarse al Soho, un barrio del West End de Londres, y por alguna extraña razón que ya traía con ella, termina viajando en el tiempo cada vez que se duerme, despertando en el Londres de aquella década que tanto ama donde conoce a su nuevo ídolo, una cantante en ascenso: Sandie.
A medida que va sumergiéndose más y más en aquella vida pasada que no le pertenece, pero por alguna razón la persigue, irá descubriendo que la vida en el pasado del Soho era muy diferente de a la que ella imaginaba.
Una historia hipnotizante, con pinceladas de musical que va a meterte mas y más dentro de la oscuridad que empezará a consumir a nuestra protagonista y que junto con el apartado musical, buenas tomas y colores vibrantes, una excelente ambientación y unos inesperados giros de trama, te llevará a un camino muy alejado del principio colorido y "feliz" del film.
Sin dudas es una de las sorpresas del año y es para destacar el ENORME trabajo actoral de la jóven Thomasin McKenzie que se roba la película.
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