Aún tengo los ojos mojados de la emoción por el final de #TopGunMaverick, que vuelve a poner en la pantalla a #TomCruise en el papel del temerario piloto.
Un film redondo que lo tiene todo y que no solo vive del recuerdo de aquella peli taquillera del 86, sino que reinventa una historia anclada al pasado de manera tan natural que realmente se siente que es una secuela directa, y a la que si te dejás llevar por la emoción, no se le notan los casi 40 años de separación.
Acá Maverick vuelve a la escuela de elite TOP GUN, pero esta vez para entrenar a un grupo de pilotos elegidos para llevar a cabo una operación muy compleja de la que pueden no volver.
Además de la complejidad de la tarea asignada y la responsabilidad, en ese grupo hay un piloto en particular que le pondrá las cosas más difíciles a nuestro heroe de manera más personal: el hijo de su ex compañero y amigo fallecido #Goose, apodado #Rooster.
La pasión por la profesión y los sentimientos involucrados en ello nos moldean el corazón a su gusto mientras se desarrolla la trama, dándonos unos momentos de emoción muy fuertes para los fans y muy fuertes también para el protagonista.
Hay varios flashbacks y escenas tributo a la 1ra peli y personajes que vuelven a ser una parte importante de la vida de Maverick en esta nueva etapa, y eso sumado a la TREMENDA carga emocional y las GRANDIOSAS escenas de vuelo REALES que hay en la última media hora hacen que sientas la fuerza G atrapándote en el asiento mientras oís tus latidos cada vez mas fuertes por la tensión.
Un PELICULÓN amigos que sin dudas va a dejar su marca en la industria y obvio una mas grande en sus recuerdos.
Se lleva un 10/10 y mis ganas de volver a verla, lo cual no es poco.