Con todo el respeto que se merece: señor #VinDiesel dedíquese a las carreras.
Como lo hicieran las grandes casas de cómics como #Marvel y #DC, #ValiantComics ha llegado a los cines quizás con la intención de llevar a la pantalla grande su pequeño pero bien logrado universo, y el puntapié inicial sería la película de #Bloodshot.
Ray Garrison (Vin Diesel) es un soldado caído en combate al cual la corporación #RisingSpiritTechnologies (RST) utiliza como conejillo de indias para, mediante la nanotecnología, volverlo la máquina de matar definitiva llamada: #Bloodshot.
Esta especie de "Capitán Punisher" con genes de Logan cuenta, gracias a ese experimento, con las capacidades de incrementar a voluntad su fuerza, reflejos y su capacidad de cicatrización, o mejor dicho regeneracíon.
Luego de un efectivo borrado de memoria, la organización se queda con el control de su cuerpo y su mente, y Ray no sabe qué es real y qué es producto de su imaginación, hasta que empieza a recordar su vida anterior y se lanza a encontrar la verdad cueste lo que cueste destrozando a todo aquél que se le cruce.
Leído así, a primera vista suena una peli entretenida, con todo lo que tener a Vin Diesel de protagonista promete: TIRO, LIO y COSHA GOLDA.
Y es así, hasta que deja de serlo, y la película, pasada la mitad, empieza a tropezar consigo misma, perdiendo en huecos de la trama, argumentos, interés del espectador y finalmente termina dejándote un sabor a nada y enterrando definitivamente la quizás UNICA oportunidad de Valiant en abrirse paso en el cine superheróico.
Una película muy clase B que dió el puntapié inicial y el final, para mí, en la carrera de director de filmes de superhéroes para #DaveWilson y ciertamente hará que Valiant meta la cabeza bajo tierra al menos por 10 años más antes de volver a intentarlo.
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